Saúde nun mundo enfermo
O 7 de abril Día Mundial da Saúde. É unha oportunidade para lembrar a I Conferencia Internacional de Otawa no ano 1986.
Este ano estrenouse un novo concepto e unha nova responsabilidade.
Aparece no escenario unha nova realidade: a nova saúde pública.
Desde ese momento a súa promoción convírtiuse nun recurso para a vida cotidiá. Estamos a falar de procesos que proporcionan ás persoas medios para exercer un maior control da súa salubridade e poder mellorala.
Por vez primeira, cada cidadán é tamén responsable da saúde da Sociedade.
O papel do Estado é facilitarlle os medios para que todos e cada un poidamos exercer esta responsabilidade.
Pero esta realidade exixe preparse e capacitarse como personas responsables da saúde pública.
Temos a obriga de deselvover medidas invididuais e comunitarias para a promoción do estado de benestar. O obxetivo é mantelo e incrementalo.
Desde que aparece o novo concepto de Saúde Pública a misión é cómo aumentar a capacidade de vivir; ata o momento nun primeiro paso foi enfretarse ás enfermidades transmisibles eo segundo as enfermidades crónicas.
Seguro que agora cando celebramos un novo Día Mundial se abren novas portas para a Saúde Social.
Temos un reto: educar os nenos, nenas e adolescentes da nosa Sociedade en saúde. Ademais a obriga de defender o que tamén é un dereito da Infancia e que implica a outros moitos dereitos: educación, participación infantil…
Unha enfermeira díxome unha vez:
«Vivimos nunha sociedade enferma.
No debe extrañarnos, pues nosotros la hemos hecho así.
Vivimos juntos en grandes ciudades, pero estamos solos. No conocemos a nuestros vecinos, ni siquiera los saludamos. Y si alguien se nos acerca por la calle cruzamos de acera por miedo.
Tenemos trabajos estresantes y competitivos que nos generan cada vez mayor ansiedad. Si pensamos en cómo mejorar siempre es a costa de otros.
No hay más que salir a la calle y observar para darnos cuenta de que no tenemos comportamientos saludables. Las caras reflejan crispación y enfado. Nadie va por la calle con una sonrisa en los labios.
Nuestro prójimo se ha convertido en el enemigo. Ya no son nuestros hermanos. Lo que ellos tienen nos lo quitan a nosotros, y si el otro mejora sentimos envidia.
Sin embargo, toda la naturaleza nos enseña el resultado de la cooperación.
Las hormigas, los bosques, las manadas de cualquier especie nos muestran cómo la unión hace la fuerza. Nos hemos alejado tanto de ella que hemos olvidado esta lección. Y no estaría mal recordarla en estos tiempos de tribulación.
La humanidad crece si nosotros crecemos.
La medicina es la compasión. Un corazón confiado, abierto a los demás y al mundo. Ahora, precisamente ahora, cuando la desconfianza y la cerrazón reinan».
Isabel García – PEstudio/Xornalismo Social
Pingback: Día del Pueblo Gitano: "Salud y Libertad" - infanciagalicia.org
[…] FSG está volcada en dar una respuesta eficaz a quienes más lo […]